El otro día vi un anuncio en un portal de ventas. Alguien estaba vendiendo cachorros de una raza que me gusta mucho. Decidí hacer la pregunta que, para mi, es la más importante en el momento que decido si adoptar un cachorro o no.

“Hola, buenos días. ¿Me puede dar más información sobre la pre-socialización de los cachorros?”

La respuesta que recibí es la siguiente:

“Buenas noches.
Pues pasan parte del día en un amplio parque junto a cachorros de otras camadas y 2-3 horas al día están sueltos con nosotros para socializar también con las personas.
Un saludo”

Suena bien, ¿verdad?

Ahora, analicemos esta respuesta.

“Pasan parte del día en un amplio parque…”

Eso me dice que el resto del día están guardados en un espacio que puede ser una habitación o una perrera, separados del mundo en el que tendrán que vivir en cuanto salgan hacia sus nuevas casas.

Muchos criadores de perros creen que las habitaciones especialmente adaptadas para ellos, con superficies que se limpian con facilidad, son entornos adecuados para una camada de cachorros.

Estos cachorros ahora tienen cinco semanas, según el anuncio.
A partir de tres semanas de edad, todos los cachorros están preparados para vivir y asimilar experiencias nuevas a diario. Sus cerebros, con cada estímulo nuevo, cada experiencia nueva, crean millones de conexiones nuevas. Si no reciben estímulos, esas conexiones no se crean.
El animal en un futuro va a tener problemas para gestionar situaciones nuevas y estímulos desconocidos.

Los cachorros aprenden a gestionar frustración y sustos, aprenden a moverse en terrenos y superficies diferentes, diferenciar sonidos peligrosos de sonidos que no lo son. Aprenden habilidades sociales con otras especies, y con la suya. Estos aprendizajes, las deberían poder hacer acompañados de su madre o/y otros perros y humanos adultos y tranquilos.

El aprendizaje de novedades que pueden asustar, no es malo. Es malo si tienen que pasar los sustos solos y sin el ejemplo y el apoyo de un perro o humano mayor y equilibrado. Cada experiencia positiva que pueden tener a la edad de 3 semanas, hasta los 5 meses, aumenta su capacidad de gestionar estímulos y entornos nuevos.

Si los metemos “Parte del día”, todos los días, en el mismo parque, dónde no les espera nada nuevo, sus cerebros no crearán esas conexiones tan importantes. No pueden aprender a manejar novedades posiblemente peligrosas para ellos. Y más adelante ya no serán capaces de hacerlo, hay una ventana de tiempo para ello.

Ahora es el momento que deberían conocer tráfico de coches y autobuses, otros animales, ruidos que pueden asustar, superficies diferentes. Y todo eso desde la seguridad que les da la presencia de la madre y sus hermanos.

“…junto a cachorros de otras camadas”

Un buen criador no es un criador comercial. Un buen criador tiene que cumplir las siguientes características:

  • Cría solamente una raza de perros. Se dedica con pasión a la labor de mejorar la genética de la raza. Está en contacto con otros criadores en el mundo, se preocupa mucho por la salud y el carácter de los perros que cría
  • Nunca tiene más que una camada a la vez. Nunca tiene más que una camada al año, mejor en dos años, con cada perra
  • La edad de criar con una perra comienza a los 4 años y termina a los 9 años. Antes, es demasiado joven y no es capaz de acompañar y socializar sus cachorros. Luego, después de los 9 años, debería poder disfrutar de su edad avanzada con tranquilidad
  • No debería tener más que tres o cuatro perros a su cargo. Los perros tienen que poder vivir en familia, y hacer vida normal de un perro de familia, lo cual incluye paseos y enriquecimiento

Si no se cumplen uno o varios de los puntos mencionados, el criador no se puede dedicar de manera adecuada a las tareas importantes que requiere una pre-socialización adecuada de cualquier cachorro:

  • estimulación sensual temprana, desde el primer día de vida
  • cohabitación de los cachorros con el resto de la familia
  • habituación a los estímulos olfativos, auditivos y visuales que conlleva la vida en una casa con humanos
  • salidas en coche a sitios nuevos, varias veces por semana
  • iniciación a higiene básica: fomentar el orinar y defecar en sitios de exterior
  • iniciación a la jaula o el transportín
  • exposición a personas y animales nuevos (visitas de niños y perros

Sé por experiencia que la cría responsable cómo la estoy describiendo, no permite una explotación económica de los perros.

Es más: la cría responsable de perros en la mayoría de casos es un pasatiempo bastante costoso. Si dejamos a una camada de perros en un recinto cerrado “junto a cachorros de otras camadas”, sin supervisar, la posibilidad de que se creen dinámicas de ‘mobbing’, es muy alta.

Un cachorro no debería aprender a acosar a cachorros más débiles, y tampoco debería aprender que estando con otros perros puede ser víctima de acoso. Eso sería la base para problemas de conductas agresivas o reactivas en un futuro.

“…y 2-3 horas al día están sueltos con nosotros para socializar también con las personas.”

Cómo ya he mencionado antes, esta socialización tiene que ser continua, durante las primeras semanas de vida del cachorro. No vale pasarlos durante unas horas diarias al interior de la casa, para luego dejarlos otra vez en su sitio apartado de cualquier estímulo importante.

Si adopto un cachorro, quisiera que éste ya haya aprendido a asociar estar “dentro de casa”, con “estar relajado”.
Si las únicas veces que este cachorro ha pasado a casa, han sido para jugar y estar muy activo, lo mismo va a querer en mi casa.

Eso quiere decir que me va a costar mucho enseñarle al nuevo miembro de mi familia, que los ratos de juego serán cortos, y los ratos de descanso serán largos, ya que él lo habrá aprendido al revés.

Puede que me equivoque en mi interpretación de lo que me contestó el criador.
Pero lo dudo.
Un buen criador suele tener lista de espera de posibles adoptantes, de los que luego elegirá la familia más adecuada para cada perro.
Desafortunadamente, he conocido solo muy pocos criadores que cumplen con mis criterios.

Me gustaría mucho que esa mentalidad de explotación económica de los perros a través de su multiplicación terminara. La única manera de que eso puede cambar, es si nosotros no compramos esos cachorros.

También me gustaría muchísimo que las casas de acogida de protectoras, que cuidan camadas de cachorros, tuvieran una pequeña formación especial sobre las necesidades sociales de cachorros desde su nacimiento, hasta su adopción.

Todos los días trato con perros durante o pasado la adolescencia, que muestran comportamientos reactivos, casi siempre basados en miedos causados por falta de pre-socialización.

Si todos fuéramos un poco más conscientes de la inmensa importancia de esta etapa en la vida de un perro, la convivencia con muchos perros ‘problemáticos’ sería diferente.