Escrito por Tierphysiotherapie Brigitte Jost

Traducción del alemán: Chrissi Steck

Hasta hace pocos años la mayoría de los veterinarios opinaron que en los perros el eje o centro de rotación de las extremidades delanteras se encuentra en la articulación del húmero, cómo en los humanos.
Se sabía que el cuadrúpedo sólo se puede mover de forma ergonómica, si los centros de rotación de las extremidades delanteras y traseras se encuentran a la misma altura. Por ello, se intentaba mostrar dibujos de anatomía y la construcción de esqueletos de tal forma, que las articulaciones del húmero y de la cadera se encontraban en una línea horizontal. Eso llevaba a presentaciones un poco originales:

Hoy día sabemos que esos viejos modelos y dibujos no son correctos.
El “Estudio sobre el movimiento del perro de la Universidad de Jena” fue realizado durante los años 2006 a 2010. Utilizando métodos cómo la videografía, el análisis del movimiento basado en marcadores, y video-radiografía biplano, se encontraron resultados sorprendentes y revolucionarios sobre la locomoción y el transcurso del movimiento. Si queremos hablar sobre el efecto de la presión de los arneses sobre el cuerpo del perro, es importante saber sobre los resultados de éste estudio.
Los resultados del estudio se resumieron en el libro „Hunde in Bewegung“ (Dr. Martin S. Fischer und Dr. Karin E. Lilje, VDH Service GmbH, Dortmund und Franckh-Kosmos Verlags-GmbH & Co. KG, Stuttgart, 2011).
Una extremidad en movimiento está compuesta por tres elementos propulsores. En la parte delantera del animal son, en descendiente significado para la zancada: la escápula, el húmero y el cúbito/radio. Para la parte trasera son el fémur, la tibia/el peroné, y el tarso/metatarso.
En ambos casos, el primer y tercer elemento se mueven de manera paralela. Este conocimiento es de ayuda a la hora de identificar los elementos escápula y fémur, cuando no están visibles.
De esa manera, se puede averiguar la posición de la escápula durante el movimiento, mirando la posición de cúbito y radio.

Para permitir el movimiento simétrico de la parte delantera y la trasera, sus centros de rotación tienen que estar en la misma altura. En las radiografías era visible que no son las articulaciones de húmero y cadera que tienen que alinearse – como se creía hasta entonces – sino que la cadera y el borde superior del húmero se pueden conectar por una línea horizontal.

Entonces el centro de rotación de la mano delantera no se encuentra en el húmero, sino en el borde superior de la escápula.
Mientras el perro baja la extremidad, la escápula está en un ángulo de 90-100°, y justo antes de levantarla, está en un ángulo de 50-55°. Eso demuestra que dentro de un ciclo de paso, se gira por lo menos un 35° por el centro de rotación. Al contrario, el ángulo del húmero casi no cambia. Si expresamos la contribución de la escápula a la zancada en porcentaje, el resultado es más de 60%.

También se ha visto que la escápula se adelanta hasta la altura del cuarto cervical (C4) durante el movimiento hacia adelante. Cuando el perro está parado, el borde delantero de la escápula está a la altura del último cervical/primera vértebra (C7/Th1)

Ahora sabemos que en el perro, el centro de rotación de la extremidad delantera está en la parte superior de la escápula, pero en el humano el centro de rotación del brazo está en el húmero, cómo muestra de nuevo la imagen. Por ello, podemos suponer lo siguiente:

En el movimiento hacia delante de un perro, un arnés con una cinta que atraviesa su pecho de un lado a otro, le estorba de la misma forma que a los humanos les molestaría hacer senderismo con una goma sujetando los brazos. El movimiento fisiológico de la extremidad delantera es inhibido. De la misma forma que la goma inhibiría el movimiento pendular de nuestros brazos.

El estudio de Jena demuestra entre otras cosas la importancia del movimiento de la escápula para la locomoción del perro. Ahora es comprensible la importancia de tener en cuenta el libre movimiento del hombro del perro, a la hora de elegir un arnés de pecho.

Eso significa que no debería haber cintas en el área de la escápula (color rosa), y tampoco atravesando el pecho de lado a lado.

Desde el punto de vista de la biomecánica y la fisioterapia recomiendo no elegir arneses DE PASEO* que tienen una cinta atravesando el pecho de forma lateral, o que tienen cintas tocando o presionando la escápula.

*Los arneses de paseo son arneses que el perro lleva de forma habitual, durante sus paseos diarios de varios kilómetros, y que deberían permitirle la máxima libertad de movimiento.

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